Cada etapa de la vida de un ser humano conlleva una adaptación y readaptación a cambios físicos, psíquicos y sociales. El adulto mayor necesita el apoyo y amor de la familia; su bienestar debe estar garantizado por la sociedad. Una depresión en ésta etapa es un problema generalizado, aunque no sea un tema cotidiano ni se recibe el tratamiento necesario a pesar de la importancia y la repercusión social que ello trae consigo. La depresión no es un estado normal en ninguna etapa, no debe afectar el paso de la ancianidad.