México tiene una complejidad en su Geología, que repercute claramente en la Geomorfología del territorio, además de que al estar en un área intertropical cuenta con una gran variedad de climas, que se ve reflejada en una enorme riqueza en su biodiversidad; estos dos aspectos, al estar intrínsecamente relacionados, dan como resultado una gran variedad de paisajes. De manera más concreta en materia geomorfológica, la Sierra Madre Oriental (SMO), es una provincia fisiográfica del territorio mexicano, que destaca por la disposición de sus sistemas montañosos, que tienen una distribución importante en el territorio mexicano, además de su notoria orientación, que es de Noroeste al Sureste; su composición litológica está representada por estratos de rocas sedimentarias plegadas del Mesozoico, siendo representativas las calizas del Cretácico (Lugo-Hubp, 1990).