Caruchi, un poemario donde la interrelación con ella, mujer que durante mi convalecencia lleno el vacío producido, quien con su derramada riqueza espiritual diariamente vertida en mi corazón, logró incentivar la percepción poética precisamente en uno de los momentos más desafortunados de mi existencia; y enriqueció la inspiración en medio de aquella tempestad, la cual, gracias al poder del amor en la poesía, y de Dios que siempre está presente, fue cediendo, estableciendo su reinado el mayor de los sentimientos del universo, mostrando una gradual transformación capaz de moverlo todo al lugar que le pertenece y permitir que la vida fluya, aún en las más difíciles circunstancias; ella mi especial amiga, fue vehículo del numen.