Este caso fue uno de reconocimiento mundial por las barbaries que ocurrían en esa prisión y a las cuales ninguna entidad de apoyo internacional podía dar solución por las irregularidades políticas o gubernamentales bajo las cuales estaba regido el país donde estaba ubicada: Cuba. Muchos actores externos intentaban demostrar que el sometimiento carcelario no estaba aprobado y la violación a los derechos humanos eran un factor clave para su cierre.