El flagelo de los supremacistas blancos cada día se agudiza más en Estados Unidos y el mundo y, sus acciones no siempre se limitan a las protestas, ya que muchas veces eligen involucrarse en actividades violentas que van desde asesinatos de odio hasta actos de terrorismo. Los miembros son cada vez más jóvenes que interactúan por medio del anonimato en foros de Internet, donde expresan su inconformismo con un mundo cambiante que no pueden aceptar. Los extremistas blancos manifiestan que trabajan por el interés legítimo como grupo para justificar acciones demenciales que en oportunidades son motivadas por la lectura de libros escritos por mentes turbadas, y en donde encuentran la justificación a sus actos. Las autoridades también son culpables por la permisividad en los disturbios violentos de grupos raciales, ya que solo actúan por presión de los medios de comunicación cuando se han cometido masacres.