Durante el periodo romano-republicano, en la península Ibérica va a circular una importante cantidad de numerario, pues ya desde los momentos iniciales de la conquista romana observamos cómo muchas ciudades hispanas comienzan a emitir su propia moneda y a usar la romano-republicana. Una característica de las acuñaciones de las cecas de la Ulterior es que Roma permite que estas ciudades puedan hacer uso de ciertos elementos culturales propios, como por ejemplo la escritura, la tipología o la metrología. Así, podremos diferenciar las cecas asentadas en esta provincia según tengan origen fenicio, ibérico meridional o latino. Como podremos ver a lo largo de esta obra, la circulación monetaria de las cecas fenicias estuvo limitada a su ámbito más cercano, aunque también contamos con algunos casos, como los de las cecas de Gadir o Malaka, cuyos ejemplares tendrán una amplia dispersión. La mayoría de ejemplares fenicios se localizará principalmente en la zona costera del sur peninsular y en el Norte de África.