Uno de los temas más recurrentes en la historia de la filosofía es repensar la democracia, especialmente en los momentos en que sus pilares se encuentran en plataformas de arena, en la que sostenerse es un problema mayúsculo. La realidad ha mostrado y demostrado que la democracia tal y como la conocemos se encuentra en una gran crisis de fundamentos, de valores y de articulaciones teórico/prácticas. La participación y el discernimiento activo es una condición sine qua non para la legitimización de la democracia. Dicha sociedad democrática podría concebirse como aquella donde los ciudadanos tienen acceso a los medios y al conocimiento, por los cuales pueden defender sus derechos frente a sus dirigentes, y de la misma manera pueden hacer propuestas para el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, la contemporaneidad trae consigo nuevas formas de interpretar las necesidades y las voluntades públicas con las que se puedan defender esos derechos. Así que la noción de ciudadano se reinventa para poder acercarnos a lo real-valido en la actualidad. La investigación es una lectura crítica a varios textos, cualitativa y de corte hermenéutico filosófico, usado de manera crítica.