El conflicto de Israel y Palestina es algo de no acabar a pesar de los numerosos intentos por lograr un acuerdo definitivo. Desafortunadamente están en juego interés políticos, religiosos, geográficos, estratégicos etc, que han impedido llegar a algo concreto. Lo que si es cierto es que son dos pueblos hermanos en su ADN, que vienen de la descendencia de Abraham, pero cuyas relaciones están rotas por las acciones bélicas de parte y parte que han creado odio y resentimiento. Ambos pueblos merecer vivir en paz y tener espacios de convivencia, pero está visto que humanamente es muy difícil que se llegue a una paz estable y duradera, por lo que me he visto obligado a reflexionar pidiendo la ayuda divina para que sugiera lo que se debería hacer para dirimir el conflicto, ya que nadie ajeno a esa tierra puede hacerlo. Se trata de un conflicto con muchas facetas e implicaciones internacionales, de las cuales se ha escrito mucho, por lo que en este libro además de efectuar una encuesta con los directos implicados, deja la responsabilidad a la sabiduría de Jesús como la persona humana y divina.