El escrito trata sobre cómo a partir de las cosas cotidianas que hacemos se generan víctimas. Te preguntarás cómo es posible que desde mi trabajo, y desde mis actividades diarias se pueda generar una víctima. Es decir, una víctima se genera cuando la persona no alcanza su desarrollo y producción pleno en todo lo que esta realizando, tener en cuenta, que no hablo de que todos sean víctimas. Para que alguien se le considere una víctima es cuando el individuo este pasando por un proceso de explotación, y falta de oportunidades que en nuestra sociedad lo vemos como algo cotidiano. Agradezco en primera instancia a Dios, quien un día me salvó de la condenación eterna al enviar a su Hijo Jesucristo a morir en mi lugar. Mis ojos se llenan de lágrimas al contemplar la magnitud de tal amor inmerecido. Es mi oración para ti amigo lector, quien quiera que seas, que también puedas experimentar el verdadero gozo y la libertad que sólo viene a través de Jesús, ya que, la salvación proviene del señor y es por gracia y no por obras.