La Ley General de Sanidad (Ley 14/1986) fue el comienzo de la transición desde la Asistencia Sanitaria de la Seguridad Social, un sistema fragmentado en diversos subsistemas sin una dirección conjunta, con cobertura de trabajadores, pensionistas y familiares o asimilados y financiada por cotizaciones, a un Sistema Nacional de Salud, con cobertura universal y financiada por impuestos. Se organiza un sistema descentralizado de tipo ¿devolución¿, de modo que en cada Comunidad Autónoma se constituye un Servicio de Salud. La descentralización se produjo a lo largo de un período de 21 años, entre 1981 y 2002. En la Ley General de Sanidad se reconoce el derecho a las prestaciones del sistema sanitario de todos los españoles y ciudadanos extranjeros residentes en España y se programa la extensión progresiva de la asistencia sanitaria. La cobertura sanitaria de la Asistencia Sanitaria de la Seguridad Social fue extendiéndose de forma progresiva (incremental) a colectivos singulares, residentes en España sin recursos económicos suficientes (Real Decreto 1088/1989), extranjeros de la UE y extranjeros no comunitarios empadronados en España (Ley Orgánica 4/2000).