Uno de los tratamientos más eficaces para un diente que falla es la sustitución por un implante. La investigación actual se centra en optimizar el mantenimiento de los tejidos blandos y duros alrededor de los implantes. La colocación inmediata de implantes, que consiste en insertar un implante inmediatamente después de la extracción del diente, es cada vez más popular debido a la demanda de los pacientes de resultados rápidos y mejores resultados estéticos. El momento de la colocación del implante -que se clasifica como inmediata, temprana o tardía- puede afectar a los tejidos blandos y duros, lo que influye en el éxito a largo plazo y en la satisfacción del paciente. La colocación inmediata de implantes, pionera en la década de 1970, consiste en colocar el implante en el alveolo inmediatamente después de la extracción, lo que reduce el tiempo total de tratamiento y preserva la cresta alveolar. Sin embargo, esta técnica puede requerir injertos óseos para rellenar el espacio entre el implante y la pared del alveolo, conocido como "espacio de salto". El uso de injertos óseos, especialmente materiales autólogos o alternativas como los aloinjertos, ayuda a mejorar la regeneración ósea y la estabilidad.Se ha demostrado que las técnicas avanzadas, como el uso de concentrados de plaquetas como los Factores de Crecimiento Concentrados (CGF) y la Fibrina Rica en Plaquetas (PRF), favorecen la faste
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