Comentar sobre ciertas temáticas y autores, constituye un ejercicio intelectual que ha estado y está al servicio de nuestra historia. Cuando leemos autores clásicos o contemporáneos, la necesidad histórica nos impulsa a tratar de descifrar nociones que sirvan a la comprensión de nuestro mundo y sus relaciones de poder. En este camino me encontré con autores cuyas ideas no están fundamentadas en una mera racionalidad lógica, sino en juicios éticos y estéticos sobre lo político. Autores como Michel Foucault, Giorgio Agamben, Walter Benjamin y Hannah Arendt, me llevaron a reflexionar sobre problemas de la teoría política contemporánea, y a abordar ciertas expresiones literarias, que, en ocasiones, encontraron conexión con autores clásicos como Guillermo de Ockham, Lucio A. Séneca o Nicolás Maquiavelo.Solo a través del ejercicio de la escritura pude descifrar juicios éticos y estéticos sobre lo político; tomar nota y comentar sobre el trabajo de estos autores, me llevó a ensayar conexiones entre sí, con el fin de develar los fundamentos formales de la racionalidad que justifica el lenguaje de la verdad, el derecho y la violencia.