Para alcanzar el bienestar humano en los dos últimos siglos no se escatimó en la extracción y sobreutilización de los recursos naturales. Los efectos negativos por la contaminación del agua y el suelo, la destrucción de ecosistemas como consecuencia del comercio y el transporte de recursos naturales dejaron de ser insignificantes. La contaminación, la erosión, el desmedido crecimiento poblacional, la pérdida de especies, marcan el fin del siglo XX, lo que ha exigido soluciones de política pública y privada no ortodoxas. Ese debate llegó con cierto rezago a los países de América Latina, los que en su gran mayoría habían estado inmersos en un proceso de comercio internacional basado en la extracción de los recursos naturales, con un daño considerable al ambiente. La industria de camarón en cautiverio es uno de los ejemplos de la utilización de recursos naturales (manglar) y generación de divisas para países en desarrollo como Ecuador. Los resultados demostraron que en la curva de aprendizaje empresarial fue necesario la acción propia y de mercados consumidores para mejorar la calidad ambiental y seguir generando recursos a esta economía latinoamericana.