Uno de los problemas tanto teóricos como prácticos de la sociedad actual es alcanzar un constructo de ciudadanía. Para ello se ha convocado a la institución educativa para recrear formas de convivencia integradoras a partir de la diversidad de elementos culturales que convergen en un grupo social, en pro de alcanzar metas comunes. Sin embargo, hay espacios en los que la cotidianidad moldea formas de convivencia que desdibujan la idea de la ciudadana; muestra de ello es la realidad que se vive en los liceos de la ciudad de Los Teques, donde discurso y praxis muestra amplias fisuras. Para dar cuenta de los compromisos onto-epistemológicos que orientan el concepto de ciudadanía, que está construyendo, se formuló un conjunto de proposiciones teóricas desde relaciones pedagógicas alumno-docente-comunidad-Estado, permitiendo la comprensión de las relaciones pedagógicas inherentes al contexto estudiado. Vale la influencia de Cortina en la formulación de la ciudadanía y sus implicaciones; las posibilidades de su comprensión con Foucault y su concepción del poder. La realidad encontró identificación desde Berger y Luckmann.