La pandemia de COVID-19 está provocando una de las peores crisis de la historia reciente. Las perspectivas económicas parecen más halagüeñas para 2021, gracias a la disponibilidad de vacunas. Aun así, la recuperación será gradual. Por ello, los gobiernos no deben cejar en sus esfuerzos para apoyar a los sistemas sanitarios, las organizaciones de agricultores y las empresas más afectadas. El objetivo de este artículo es mostrar cómo la comprensión de la formación de los grupos de agricultores y de las organizaciones de productores rurales en la era anterior y posterior a la CIFV-19 es clave para el desarrollo agrícola en Uganda. Más concretamente, el artículo contribuye a arrojar luz sobre el desarrollo de la cadena de valor, especialmente en relación con el aumento de los ingresos de los agricultores, la gestión sostenible de los recursos naturales, la creación de empleo y la mitigación de la pobreza en las zonas rurales. A través de un cuidadoso análisis del estudio de caso ugandés, el artículo pone de relieve las diferentes funciones que pueden desempeñar las organizaciones de pequeños agricultores antes y durante la pandemia de coronavirus (antes y después de la era COVID-19). En pocas palabras, es importante señalar que las organizaciones de productores rurales (OPR) desempeñan un papel crucial en el desarrollo de las zonas rurales del África subsahariana.
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