De acuerdo con Marx, el comunismo es la forma de organización social que resulta del capitalismo y supera sus contradicciones. Para ello, la "abolición de la política" sería un paso ineludible, al ser la mediación por excelencia que viabiliza las actuales estructuras de dominación. Esta tesis aborda críticamente tal apuesta marxiana contra la dimensión política de la praxis. Se procede desde Marx para caracterizar la lógica del capital y su negación de la libertad, pero también contra Marx al advertir que su representación del comunismo no asume todas las consecuencias que resultarían de una eventual superación de la propiedad privada capitalista de los medios de producción. Tal superación supondría una sociedad de individuos libres y diferentes que co-gestionen la satisfacción de sus necesidades y el desarrollo de sus capacidades. La apuesta marxiana -de cuño liberal- contra la política en el comunismo perjudicaría el interés de la libertad personal al desatender las exigencias concretas de la "gestión de lo común"; en particular, las mediaciones políticas necesarias para lidiar con los antagonismos humanos post clasistas y para una inscripción realista en nuestra finitud.