Actualmente, la enseñanza es concebida como una práctica incluyente centrada en la formación integral de los sujetos de aprendizaje, la cual debe estar en constante cambio, partiendo de los intereses y la motivación de los maestros, de lo contrario se convierte en una ardua labor, enfrascada en la repetición mecánica en el aula. Ser maestros es tener la convicción que cada encuentro pedagógico con los niños se constituye en una oportunidad para reflexionar las problemáticas del planeta y, asimismo, para aprender permanentemente de los otros y de las otras nuevas experiencias de vida. Es por ello, que el maestro debe ser un investigador constante de su propia enseñanza, capaz de acrecentar su capacidad de reflexión para enriquecer su acción educativa en la escuela; creando conciencia de la importancia de intercambiar saberes, experiencias y concepciones con sus pares académicos, para así nutrir las prácticas educativas que contribuyan a la formación integral de los sujetos de aprendizaje. Es así como se identifican las concepciones de los maestros y su relación con la enseñanza de la lectura y la escritura, mediante el interdiálogo de saberes en comunidades de aprendizaje.