El ciberacoso, también llamado cyberbullying, está adoptando una presencia creciente en las aulas de los centros educativos, desbancando a otras formas de acoso tradicional. El fácil acceso del que gozan los adolescentes en la actualidad a Internet y los teléfonos móviles ha propiciado que éstos se conviertan en los medios preferidos por antonomasia para hostigar a sus iguales. Las tradicionales formas de bullying o acoso escolar entre adolescentes han dado paso así a una nueva forma, más sofisticada y dañina, de acoso, que comparte de forma obvia ciertos rasgos con el bullying pero que posee unas características distintivas que la convierten en un foco de estudio ineludible dentro del ámbito científico. El trabajo de investigación presente trata de arrojar luz sobre este fenómeno estudiando, por un lado, su relación con la práctica de conductas antisociales y/o delictivas y, por otro, con los estilos de socialización parental de los adolescentes implicados.