El talento humano constituye un factor fundamental para el desarrollo de la institucionalidad venezolana, ya que interviene de manera directa en el seguimiento a las políticas de un sistema de gobierno y que incide en la gestión pública. Se hace necesario políticas que transfiguren la gestión del personal desde la formalidad institucional enmarcada en el proceso social de trabajo, para responder a las demandas de las comunidades, resulta una tarea obligada la elaboración y ejecución de modelos organizacionales que respondan a la gestión de talento humano de una manera integrada, sistémica y estrechamente vinculada entre las necesidades colectivas de desarrollo y las individuales de crecimiento, para lograr mejores profesionales formados bajo este paradigma de gestión emergente, contribuyendo a satisfacer las necesidades como motor en la administración y distribución de los recursos del estado y que se determinen por la capacidad de respuesta de los entes que conduzca hacia el desarrollo.