Desde tiempos inmemorables el hombre ha tenido la necesidad de identificarse con un grupo social y una cultura propia; la búsqueda de esta inclusión nace desde que adquirimos la capacidad de razonar. El querer determinar nuestro origen nos incita a indagar en la interpretación y comprensión de los restos dejados por quienes nos antecedieron, los que conforman su cultura material. Muchos de estos vestigios se encuentran enterrados, por lo que es necesario que salgan a la luz. Este trabajo estudia las medidas de conservación preventiva que deben ser aplicadas sobre conjuntos artefactuales arqueológicos, desde su rescate in situ hasta su depósito en laboratorio. Se ejemplificará con el estudio de caso de un trabajo de campo desarrollado en el sitio arqueológico PUKARA LA ALUMBRERA, en la provincia de Catamarca, Argentina.