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La oclusión es fundamental para la longevidad de los implantes debido a la naturaleza de la fijación del hueso al implante con superficie de titanio. En la dentición natural, el ligamento periodontal tiene la capacidad de absorber la tensión o permitir el movimiento del diente, pero la interfaz hueso-implante no parece tener capacidad para permitir el movimiento del implante. Cualquier tensión derivada de la oclusión debe ser soportada totalmente por la interfase. Si la fuerza oclusal supera la capacidad de la interfase para absorber la tensión, el implante fallará. La determinación de un esquema oclusal para la restauración de los implantes requiere una cuidadosa consideración. Esto se debe a que, tras la osteointegración, se ha sugerido que las tensiones mecánicas que superan los límites físicos de los tejidos duros son la causa principal de la pérdida ósea inicial y a largo plazo alrededor de los implantes. La elección del esquema oclusal para las prótesis implantosoportadas es amplia y a menudo controvertida.