En la sociedad contemporánea se relaciona, de manera explícita o implícita, el aumento del consumo con la felicidad y la satisfacción con la vida. Este libro revisa los fundamentos psicosociales y éticos que determinan los efectos que sobre el bienestar subjetivo se derivan del acto cotidiano de consumo. El consumo posmoderno se caracteriza por una concepción hedonista de la felicidad, y por las creencias de que un mayor consumo es mejor que menos, que es inocuo y racional, que el consumo del grupo de referencia es el correcto, además de un optimismo exacerbado acerca de sus beneficios. El libro plantea la hipótesis de que las características del consumo posmoderno provocan un incremento sustancial en las aspiraciones de consumo que se enfrentan a unos medios de consumo relativamente fijos, lo que genera sentimientos de frustración en las personas. El autor propone varios elementos para el diseño de un código de conducta para el consumidor actual con el objetivo de atemperar (no eliminar) el crecimiento de las aspiraciones de consumo.