Los objetivos de los procesos de reforma y modernización de una Administración Pública deben dirigirse a satisfacer los derechos fundamentales del hombre. Por eso, los modelos políticos y administrativos de los Estados modernos, han de construirse a partir de aquel y de sus necesidades individuales y colectivas. En ese marco, los contratos administrativos constituyen un ámbito esencial, pues a través de ellos el uso de recursos públicos debe estar destinado, directa o indirectamente, a tales fines.