La lucha entre el hombre y los insectos se inició mucho antes del comienzo de la civilización, ha continuado hasta el presente, y proseguirá sin duda, mientras la raza humana persista. El enfrentamiento a las enfermedades transmitidas por vectores se hace cada día más complejo; a la funesta realidad de la introducción de especies exóticas, se une ahora, la aparición e intensificación de la resistencia de muchas especies vectoras, además del alto costo de los plaguicidas en el mercado, la contaminación del medio ambiente, con sus impactos en la salud humana y de especies silvestres, lo cual ha provocado la modificación del ambiente global; por lo que resulta loable y factible, el uso del método de control biológico, y dentro del contexto del control ecológico, sin lugar a dudas, que la utilización de los copépodos y peces larvívoros constituyen dos excelentes alternativas de control sobre las poblaciones larvales de mosquitos. En el presente libro se recogen experiencias cubanas, tanto a nivel de laboratorio como de campo con estos dos grupos de organismos, fundamentalmente en las provincias de Villa Clara y Sancti Spíritus.