Al final de este trabajo, la creación de empresas por parte de los investigadores públicos aparece como un medio de promoción de la investigación entre otros muchos. Pero es un medio que tiene la particularidad de dar voz a los investigadores. Escapa (o intenta escapar), al menos en parte, de la lógica de las organizaciones de investigación a las que pertenecen los investigadores y se mueve en la dirección de una mayor autonomía de los actores. Es capaz de dar cuenta de las tensiones que a veces surgen entre la lógica de los actores y la lógica de las instituciones, ya que éstas no siempre consiguen reconocerse en las iniciativas de sus miembros.