La Trata de Personas es uno de los delitos transnacionales con mayor trascendencia a nivel mundial, que se manifiesta en diferentes modalidades, pero sin lugar a dudas, la explotación sexual se constituye en la máxima expresión de este aberrante crimen. El proceso que abarca la consumación del delito, involucra a diferentes actores, todos y cada uno de ellos con una responsabilidad penal especificada por la legislación local. El presente trabajo se ha enfocado particularmente en analizar la situación del "cliente o usuario" de servicios sexuales en este delito y la pretensión legislativa argentina por establecer un reproche penal a su acción en el ámbito local. Pero, la otra cara de la moneda, representada por quienes ejercen la prostitución en forma independiente y voluntaria, se manifiesta en contra de los proyectos de ley que impulsan la sanción penal del cliente, considerando que la aplicación de una normativa de este tipo, afectaría indudablemente su fuente de ingresos. Las distintas voces, los pro y los contra de los proyectos legislativos analizados y las diferencias entre prostitución y trata de personas, son los ejes temáticos del presente trabajo de investigación.