En el año 2012 el Presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, es destituido mediante un juicio político. El desarrollo de los hechos nos permite hablar de una nueva forma de inestabilidad institucional que ha proliferado en América Latina en los últimos veinte años. Entre sus características principales se encuentra que la remoción del titular del Poder Ejecutivo es realizado mediante mecanismos institucionales sin implicar un quiebre de régimen. No significa, sin embargo, la ausencia de cuestionamientos. En el caso del proceso contra Lugo, encontramos controversias fuertes en cuanto a contenido y forma. Estas objeciones y planteos se realizan tanto a nivel interno como externo. En lo que respecta al plano internacional, presentan especial interés las acciones de las organizaciones de índole regional de las cuales Paraguay participa. El presente trabajo analiza las vinculaciones de Paraguay con el MERCOSUR, la UNASUR y la OEA a partir de la crisis política desatada. No sin antes indagar sobre el proceso de destitución de Lugo, abordando su complejidad desde las diversas aristas del caso, incluyendo entre éstas el aspecto interno e internacional.