Este libro trata sobre la muerte de la política en los Estados liberales y la idea de la democracia radical. En tal sentido, los argumentos aquí presentados están inspirados en aquello que experimentan las personas en los modos de asumir, luchar o exigir el reconocimiento político. En otras palabras, es una reflexión sobre cómo el Estado liberal tiene una incidencia en las formas en que se tramita el conflicto y las vías en las que éste puede transformar las bases estructurales del orden social. En dicha reflexión se alude a una perspectiva filosófica para dar cuenta de cómo la comprensión de la política tiene un efecto en los modos de hacer resistencia ante formas hegemónicas de poder. De esta forma, se acude a la reflexión filosófica para conceptualizar aspectos concernientes a las luchas sociales para de esa forma comprender, describir y explicar los modos en que las luchas cambian los Estados y en el proceso también transforman a las personas.