La obra lleva a cabo una crítica de la doctrina convencional del turismo. Dicha doctrina se basa en la noción vulgar de turista, la cual no ha sido aun revisada. Los desarrollos académicos realizados por la comunidad internacional de expertos configuran un enfoque subjetivo o sociológico ( o de demanda) desde el cual no es posible tratar el turismo como una rama específica de la actividad económica. No obstante, como esos desarrollos hacen uso de los conceptos y las magnitudes propias de una actividad productiva bien definida caen en flagrantes anomalías sin que nadie las haya denunciado. El autor, después de analizar la bibliografía temática del periodo 1905 a 1990, propone estudiar el turismo con el enfoque de oferta con el que se estudian todas las actividades productivas. Al hacerlo así se eliminan las graves anomalías que lastran la economía teórica del turismo con enfoque de demanda, un enfoque que lleva a la sociología.