Los discursos higienistas construidos en torno a una sociedad que vivía un cambio de concepciones premodernas a modernas marcan de manera definitiva sus destinos educativos, familiares y sociales. Estos se condensan en una antropología de la intimidad en un recorrido que va de lo público a lo privado, de la ciudad a la casa, de la sociedad a la familia y de ésta a los individuos.Cuerpo limpio, casa limpia, ciudad limpia muestra un proyecto civilizador, del que participaron los discursos médicos, escolares, religiosos y familiares, cuyos ideales harían de la persona un ser saludable apto para alcanzar empleo.En este proceso civilizatorio, se internalizaron conductas y comportamientos relativos a la limpieza y la moral que la acompaña, los que a su vez se transformaron en valores esenciales de la identidad de los antioqueños, más concretamente, la limpieza, el orden y el trabajo fueron promovidos como elementos asumidos con orgullo de identidad.Desviarse hacia la historia de la higiene del cuerpo en Medellín, permitió comprender un hacer cotidiano y oculto, aparentemente irrelevante, pero que en el fondo lo que muestra no es más que los ideales del cuerpo higienizado en la modernidad