Una política pública efectiva se caracteriza por un diseño integral que aborda exhaustivamente los problemas sociales. Esto implica no solo la creación de legislación adecuada, sino también la implementación de procesos de evaluación y seguimiento a lo largo del tiempo. Específicamente en el contexto de la educación superior, una política bien concebida desempeña un papel fundamental en la construcción de una sociedad más equitativa, basada en principios de justicia social e inclusión. Esto requiere que el Estado asuma la responsabilidad de promover condiciones equitativas de acceso y oportunidades para todos los individuos. Para lograr esto, es necesario implementar medidas que garanticen la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior y, al mismo tiempo, promover la calidad y pertinencia de los programas académicos. En esta investigación, se explora la influencia que han tenido el Banco Mundial y la OCDE en el diseño de la política de educación superior chilena durante las últimas tres décadas.Utilizando la perspectiva de la Teoría Crítica, se realiza un análisis crítico de la política de educación superior chilena desde 1990 hasta 2020.