"Las identidades no están escritas en el cielo". (Montanari, 2004:114). Desde la perspectiva de la antropología, la alimentación humana es un proceso biocultural, resultado de la interacción entre las necesidades y conductas biológicas de la especie y la capacidad que se tiene para elaborar cultura. Al mismo tiempo, la alimentación - y en particular la cocina - está relacionada con la historia, con lo que somos y a lo que pertenecemos, es decir con nuestra identidad.