No es posible cerrar las puertas de la imaginación; dejar de verter lo que acude a nuestra mente y, podemos aportar al lector, compartiendo con quienes es de su interés abstraerse un tiempo de la realidad que a veces es necesario apartar de nuestro lado, y sumergirse en la magia de los cuentos que de una manera muy peculiar nos hacen compartir con el viento sus alas, o con la noche sus misterios, y por qué no, con nuestro interior buscando otras aristas de la vida que en alguna ocasión anhelamos; ellos, nos transportan a un mundo distinto, quizá muy cercano a nuestros pensamientos, pudiendo trasladarnos sin haber recorrido el camino, y hoy existe la posibilidad a través de esta concebida creación literaria.