Desde finales del siglo XVIII comienza a desarrollarse paulatinamente el cultivo del café en tierras cubanas, aunque no es hasta la primera mitad del XIX que alcanza su esplendor, que se fue opacando gradualmente con el éxito de la plantación azucarera. Esa mitad de siglo estuvo matizada a la vez por un conjunto de sucesos históricos que conllevó un importante flujo de inmigración francesa que fortaleció sobremanera la incipiente agricultura cafetalera cubana. En este contexto se encuentra Francisco Rouviere Durán, originario de Marsella, y su esposa Dionisia Giraud Le Riech, nacida en Paris, quienes erigieron una plantación en la zona de Canímar, a las afueras de la ciudad de Matanzas (Cuba), denominándola: La Dionisia. Este libro cuenta un poco la historia de esa plantación, de la familia y especialmente de los esclavos que la habitaron, no solamente desde los documentos históricos, sino también y fundamentalmente desde las evidencias materiales halladas durante las excavaciones arqueológicas que se llevaron a cabo en el predio. Sirva esta obra para que nos convoque a proteger el patrimonio histórico-arqueológico que atesora ese pintoresco lugar.