El análisis de una política pública nodal, como lo es la educación, concita nuestro interés por ser un eje fundamental en el diseño de un modelo de país, tanto en el presente cuanto en el pasado. Desde los inicios de la política educativa argentina, encarada por la llamada generación del 80, hasta la Ley Federal de Educación (LFE), dictada en 1993 (primera ley de carácter general del conjunto del sistema educativo), las políticas educativas cumplieron con distintos mandatos, a saber: el sistema educativo diseñado por la ley de educación común Nº 1.420, del año 1884, que establecía un sistema gratuito, laico y obligatorio, fue uno de los primeros engranajes del estado en formación y a la vez un medio para su consolidación, ya que aunque no fue una ley orgánica logró moldear los ámbitos en los que se aplicó. En efecto, por medio de ella, el gobierno central intervenía mediante subvenciones a políticas educativas provinciales, en la Capital Federal, en los territorios nacionales y colonias y en las escuelas normales.