Los seres vivos enseñamos y aprendemos todo el tiempo, es esencia de la vida misma, desde bacterias que transmiten información a otras de su colonia, leonas que enseñan a cazar a sus crías o el homo sapiens sapiens que en sus orígenes más tiernos ya comprendía la importancia que era preparar a los más jóvenes para la adversa naturaleza, era de vida o muerte. En el ser humano este proceso no se limita a transmitir información o adquirir una habilidad específica, nos humanizamos mediante la educación, pero con la llegada de la cuarta revolución industrial el mundo ha cambiado abruptamente y nos obliga a replantearnos los más íntimos aspectos de nuestra existencia. Las neurociencias y la inteligencia artificial nos brindan herramientas que antes solo eran cosa magia o fantasía, es necesario que el docente aplique estos nuevos conocimientos para la mejora de la educativa y por consecuencia la del mundo, por eso te invito amado lector que me acompañes a dar un paseo por la innovación.