Durante mucho tiempo, la histeria permaneció al margen de la patología, a menudo tratada como algo espiritual o como una pretensión. Charcot dedicó gran parte de su estudio a esta enfermedad, utilizando como herramienta la sugestión hipnótica, con la que consiguió eliminar síntomas en pacientes enfermos y añadirlos a pacientes sanos. Fue observando este descubrimiento, junto con los hallazgos de Breuer con Anna O. cuando Freud comenzó a formular sus raíces psicológicas para los síntomas histéricos. En sus consultas, oía algo entre líneas del discurso de la histeria, lo que le llevó a querer saber más, y en esta búsqueda se encontró con la sexualidad y las raíces inconscientes de los síntomas de las neurosis. Estos hallazgos culminaron en lo que hoy se conoce como psicoanálisis. Entonces, ¿la histeria le enseñó teoría a Freud, y cómo? En los relatos de las histéricas que veía en su consulta. Por lo tanto, desandar este camino y volver a dar voz al parloteo incesante de esta neurosis es una forma de entender cómo se construyó el saber del psicoanálisis. Este libro es una invitación a desandar este camino para introducir la comprensión del síntoma para el psicoanálisis.
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