En nuestros días se hace especialmente necesario dentro del ámbito de nuestro trabajo como profesionales sanitarios, la aplicación de técnicas de estrategias psicológicas con tres principales objetivos: 1.El aumento de la salud y el bienestar de las personas. 2.La prevención y modificación o alivio de enfermedades vinculadas a aspectos psicosociales. 3.En los casos de trastornos crónicos, la consecución del mejor funcionamiento y el máximo bienestar posibles. La intervención dentro de este campo se dirige a: a.El control del estrés. b.Desarrollar estrategias de afrontamiento. c.El aprendizaje o eliminación de comportamientos habituales que favorecen o perjudican la salud. d.La modificación de respuestas concretas y/o de condiciones ambientales relevantes específicas. e.El aprendizaje de técnicas de habilidades sociales. Las habilidades que el profesional sanitario desarrolle en relación con las necesidades emocionales y mentales de los pacientes, así como los recursos y estrategias que ponga en juego siempre serán útiles en una profesión cuya meta es el cuidado de los demás, y cuidar, no es tan fácil.