La trayectoria profesional de las personas dedicadas a la producción mediática, está basada en su gran mayoría en conocimientos adquiridos empíricamente. Como resultado, la educación formal se convierte en algo que rara vez se aplica o que sólo viene a complementar las habilidades que se han adquirido con la práctica. La creación de una estructura de producción, obvia para los profesionales, es lo que les permite salir adelante en el día a día pero ésta no siempre ocurre de manera consciente. Al aterrizar y sistematizar los conocimientos adquiridos de manera empírica, se aseguran los mismos en la parte consciente de nuestra mente para entender de donde vienen los elementos que la mayoría de los profesionales apenas intuyen. De esta manera se establece una metodología planeada e inteligente que haga crecer los valores de producción y eventualmente los contenidos.