"Hermanos y hermanas, buenas tardes. Saben que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo...Ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro." (Papa Francisco bendición apostólica en el balcón central de la Basílica Vaticana, miércoles 13 de marzo de 2013). Con esa bendición denominada "urbi et orbi" Jorge Mario Bergoglio daba inicio a su pontificado frente a 120.000 fieles que durante varias horas habían estado esperando saber quién iba a ser la nueva cabeza de la Iglesia.