Exhortaos pues a leer esta historia que es la historia de muchos congregada en una sola voz, incluso la suya, lector, en la medida que algunas de sus vivencias adquieran en la página leída un sello de confirmación, haciéndole sentir de que en algún momento usted también estuvo allí, con ese profesor, en esa clase y rodeado por esas personas. En ese punto habrá brotado una sonrisa de su rostro (...) Quizás. ¡Feliz viaje!