Este breve mensaje es un llamado a reconocer la deshumanización en los diagnósticos de salud mental, a comenzar a generar desde la vida propia, la comunidad propia, la iniciativa para exigir a los gobiernos, los organismos de cooperación internacional y a las entidades que corresponde una transformación en los sistemas de salud, para el bienestar y mejor desarrollo socioeconómico de las comunidades. Queremos que los jóvenes y todas las personas logren llevar una vida libre y autónoma donde un diagnóstico médico no los condicione a una situación de vulnerabilidad que debilita su estabilidad mental. Es el tiempo en el que se hace necesario realizar una transición de una salud mental inalterable hacia una salud mental libre y autónoma, en donde la voz sea escuchada y el entorno promueva bienestar. Es, al final, un llamado para que hagamos ver a corporaciones, estados y entidades internacionales que somos humanos, todos.