El texto propone una revisión del concepto de identidad de género, teniendo en cuenta las críticas de las perspectivas contemporáneas sobre el lenguaje y el signo lingüístico a la tradición estructuralista, que funda su análisis en la consideración del lenguaje como instancia representacional, inscrita en una ontología de la presencia. Se propone la revisión deconstructiva basada en los trabajos de Jacques Derrida como método para acercarnos a la noción de differánce, término que permite analizar el concepto de género en el marco de una apropiación histórica del contexto, tomando en cuenta el discurso cambiante en el ejercicio cultural que identifica al sujeto con relación a un "Otro" sin una noción de signo absoluto.