El Perú ha llegado a sus 200 años de independencia profundizando su crisis institucional, debido a la ausencia de visión de futuro, a lo cual se suma no sólo la ausencia de partidos políticos, el desequilibrio de los poderes de Estado, el avance de la corrupción, la discriminación de los ciudadanos, así como, una significativa concentración de la economía, en la cual, no participa el 80% de la población. Ello requiere un cambio de rumbo, un análisis desmenuzado de todas las variables socio-económicas, políticas y sociales para dar paso a una segunda oportunidad republicana.