El devenir de la sociedad humana está signado por la solución a las contradicciones que condicionan su movimiento, donde el factor económico, en última instancia, es el determinante, sin obviar que otros acontecimientos también imponen, en determinadas circunstancias, su impronta indeleble. El capitalismo es la última estación de tránsito donde se explota el trabajo ajeno, le sucederá la construcción de una sociedad inclusiva que ponga punto final a los vejámenes de la esclavitud asalariada y sus contradicciones, lo que presupone un desafío en el avance hacia lo ignoto. Cuba emprendió en enero de 1959 ese trayecto después de un largo y doloroso alumbramiento. Semejante viaje hacia lo desconocido, donde el papel del factor subjetivo se redimensiona, presupone la ocurrencia de errores. El líder de la Revolución revela al respecto: ¿Una conclusión que he sacado al cabo de muchos años: entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante era creer que alguien sabía de cómo se construye el Socialismo.¿