La actividad física se recomienda por sus beneficios para el sistema cardiovascular. Incluso los sujetos de edad avanzada y los pacientes cardiópatas tienen más probabilidades de que se les autorice a realizar actividad física. Pueden surgir ciertos problemas cuando estos sujetos presentan o desarrollan patologías que requieren tratamiento anticoagulante.Esta revisión de la literatura tiene como objetivo proporcionar una actualización sobre la gestión del tratamiento anticoagulante oral en pacientes que participan en actividades deportivas, en particular con vistas a la fibrilación auricular y la trombosis venosa profunda, dos afecciones muy frecuentes, sobre todo con el aumento de la edad.Las recomendaciones oficiales en este ámbito pueden parecer restrictivas para los pacientes, ya que en la mayoría de los casos prohíben la práctica de deportes que impliquen un riesgo de traumatismo y hemorragia.Los anticoagulantes orales directos pueden representar ahora una oportunidad para modificar el enfoque de la actividad deportiva en pacientes con indicación de anticoagulación, minimizando al mismo tiempo su riesgo de hemorragia.
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