La disminución de la visión desde sus distintas causas, tiene un correlato, así como la mayoría de las patologías crónicas, con trastornos del estado de ánimo. La imposibilidad del automanejo y la dependencia de otros, genera en los pacientes un estado en los que se necesita de la asistencia de un médico especialista en salud mental, tanto como su médico oftalmológico. Olvidar ello podría implicar un fracaso en el abordaje terapéutico a fin de mejorar la calidad de vida del paciente