La tecnología ha acercado al ser humano a la posibilidad de resolver los mayores problemas del mundo; hambre, enfermedad, pobreza, pueden ser erradicadas mediante desarrollos tecnológicos. No obstante, la solución parece lejana, entre otros factores por lo que se denomina la concentración del conocimiento, que implica que la producción tecnológica se encuentra centralizada en pocos países que cuentan con los recursos suficientes que demanda la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías. En este contexto, empresas de países industrializados son las poseedoras de los conocimientos tecnológicos, que al tener el carácter de creaciones intelectuales son susceptibles de ser protegidos mediante la disciplina de la propiedad intelectual. La transferencia de tecnología es entonces la única manera para que aquellos que no posean los recursos para una producción tecnológica propia puedan acceder a los beneficios de los nuevos desarrollos en los diferentes campos de la ciencia y la industria. En este escrito se analizan los contratos de transferencia de tecnología desde la perspectiva del Derecho internacional privado, específicamente desde su componente de Derecho aplicable.