Múltiples escenarios fundantes de la universidad son desplegados en esta investigación. Se decantan algunos infranqueables: La universidad debe cultivar la imaginación, la literatura y las artes. No puede caer en la idea ingenieril de que todo es posible y todo es cambiable, hay aspectos fundantes que pueden conservarse. Despertar ambición por futuros atrevidos. Preparar y prepararse para el ejercicio de la ciudadanía. Dejar de ser transmisora de conocimientos y enseñar a pensar. Formar sujetos con conciencia histórica que lean los problemas de nuestro tiempo, como lo señala Ortega y Gasset. Ver las perspectivas sociales como desafíos de realidad. Ser problematizadora y problematizarse. Plena de imaginación para reinstalarse en la vida cotidiana. Dinámica para no dejarse silenciar, pero no silenciar a nadie. No enseñar para la renta ni para el progreso sino para una vida democrática donde las ideas, por extrañas que parezcan, puedan ser compartidas y discutidas. No educar para laexclusión, ni para la diferenciación sino para el acercamiento humano. Menos aliada al poder, a la verdad y al absolutismo. Aprender a no caer en la cultura del espectáculo. Siempre, tener dignidad.