En los últimos años los indicadores demuestran que el crecimiento urbano de la ciudad de Bogotá ha sido consecuencia, en parte, del desmedido crecimiento poblacional, de manera que la mancha urbana se extiende desordenadamente, en muchos casos sin políticas de contención para evitar la excesiva dispersión urbana, creándose sectores desconectados del resto de la ciudad con baja accesibilidad tanto a los sistemas generales como a los medios de transporte. Por tanto, es necesario analizar los impactos generados por los modelos de transporte implementados en diferentes periodos como solución a dichas disfuncionalidades. Históricamente en Bogotá se han implementado diferentes sistemas de transporte público colectivo, los cuales en ningún caso han logrado superar la percepción negativa de los usuarios sobre el sistema. En consecuencia hacia finales de la década de los 90, se implementa en la ciudad el sistema integral de transporte masivo Transmilenio , con el cual se busca disminuir los tiempos de desplazamiento en unas condiciones óptimas de seguridad y confort. Sin embargo, según muestran algunas tendencias la situación problemática no ha desaparecido.